Se recomienda realizar anualmente un examen oftalmológico para detectar a tiempo cualquier condición que pueda poner en riesgo la visión. El 80% de la ceguera es prevenible mediante la detección y tratamiento oportuno. 

Con un examen oftalmológico integral, se detectan enfermedades que pueden ser asintomáticas, pero llevan potencialmente a un deterioro visual. 

 

Las personas con patologías como diabetes, hipertensión, enfermedades degenerativas y autoinmunes deben realizarse chequeos frecuentes por el alto riesgo que tienen de perder su visión y su calidad de vida por alteraciones secundarias a sus enfermedades en los ojos. 

 

Los bebes y niños deben tener mínimo un examen oftalmológico antes de cumplir 1 año y previo a su escolarización para poder detectar enfermedades y defectos refractivos (miopia, hiperemetropía, astigmatismo) que pueden llevar a ojo perezoso, muchas veces irreversible.